• July 27, 2024, 3:46 pm
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Régimen chavista acusó de "terrorismo" a San Miguel y prosigue con las persecuciones

Régimen chavista acusó de "terrorismo" a San Miguel y prosigue con las persecuciones

Régimen chavista acusó de "terrorismo" a San Miguel y prosigue con las persecuciones

Régimen chavista acusó de "terrorismo" a San Miguel y prosigue con las persecuciones


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía-

Las persecuciones, acoso y arremetidas de un régimen en caída libre se incrementan al paso de los días de una campaña electoral teñida de las más cruenta contada: la activista Rocío San Miguel y Alejandro González, con más de 56 días presos, se les acusó sin derecho a la defensa; mientras difama al periodista de investigación Orlando Avendaño y allana residencia de sus padres y lo vincula con una “conspiración”. ¿Qué más torpezas puede cometer cuando se sabe perdido?

La semana comenzó con la acusación formal contra Rocío San Miguel y Alejandro González. Sin embargo, según el abogado Joel García, los acusados han estado privados de libertad durante 52 días sin contar con una defensa de confianza.

“El Ministerio Público presentó acusación contra Rocío San Miguel y Alejandro González, violándose el sagrado derecho a la defensa, pues no cuentan con defensa de su confianza y la defensa pública que tienen nunca los ha visitado ni realizado actuación alguna para defenderlos”, informó García en su cuenta de X (antes Twitter).

A la fecha, tampoco la defensa pública asignada a los acusados ha efectuado visita alguna ni actuación en su favor. Irregularidad que ha llevado a múltiples solicitudes ante el juez de Control para la designación de una defensa privada. “El juez quien debe controlar y garantizar el respeto por sus derechos fundamentales, con su actuación los viola”, argumenta Joel García.

También cuestiona el que los acusados se enfrenten a una “Audiencia Preliminar sin llevar ningún medio de prueba a su favor y sin poder defenderse de la acusación”. Lo lógico es que una vez acusados, el juez de Control debe “permitir la juramentación de una defensa de confianza”.

Más de 200 organizaciones y 415 miembros de la sociedad civil de Venezuela rechazan la “detención arbitraria” de la activista y presidente de la ong Control Ciudadano, a quien arrestaron en el aeropuerto internacional de Maiquetía cuando se disponía a viajar en compañía de su hija. Este hecho y posterior detención de sus familiares- hoy en libertad condicional, sujetos al mismo proceso judicial que la mantiene a ella y su expareja, Alejandro González, detenidos- han despertado preocupación nacional e internacionalmente y son muchas las voces que reclaman su libertad inmediata y sin condiciones, así como el respeto a sus garantías fundamentales.

El fiscal impuesto por la Asamblea Constituyente del 2017, Tarek William Saab, llegó a decir el pasado 19 de febrero que San Miguel “entregó información” sobre sistemas de defensa militar a un embajador de la Unión Europea (UE) y a embajadas de otros tres países, que no especificó, mostrando unos mapas con “zonas militares” descontextualizado, de cuando la activista era profesora.

A estas arbitrariedades se suma lo recién ocurrido con el youtuber Oscar Alejandro, detenido por más 48 horas y dado en libertad “bajo medidas cautelares” y tras ser excarcelado, contó los abusos que sufrió de los esbirros del régimen solo por decir lo que consideraba pudiera pasar en la Torre Credicard, donde se concentra la información bancaria de los venezolanos.

Pero, las torpezas de un sistema criminal no cesan en su miedo a "salir del ruedo"; solo en menos de 48 horas, detuvo a este periodista de nacionalidad valenciana, dedicado a reseñar por su canal de youtube a informar sobre las potencialidades turísticas y culturales alrededor del mundo.



El caso de “difamación” contra periodista Orlando Avendaño

Otra actuación discordante de este sistema al que diversos analistas han dado por calificar de “criminal” por sus continuos abusos y casos que rayan en crímenes de lesa humanidad, es la denuncia que hizo el periodista venezolano Orlando Avendaño La irrupción de los agentes del régimen de Nicolás Maduro se produjo poco antes de que Tarek William Saab anunciara una investigación en contra del periodista venezolano, “por instigar al odio”.

“Me acusan de tres cosas: la primera, por un tuit que escribí hace varias semanas en el que hablo de un ánimo insurreccional; la segunda, que me paga María Corina Machado y que soy parte de Vente Venezuela; y la tercera, que soy parte de una conspiración de magnicidio con el expresidente Álvaro Uribe. Esto es completamente falso”, expresó por su cuenta X.

Y especificó cada una de las acusaciones: sobre el primer punto confirmó que dijo en un tuit, hace varias semanas, que en Venezuela había un ánimo insurreccional y afirmó que no se retractará.

“El simple hecho de querer libertad implica un gesto de rebeldía, querer votar implica un gesto de rebeldía; el simple hecho de querer que haya condiciones para poder elegir a un candidato, querer elegir a un candidato implica un gesto de rebeldía. A eso me referí. Pero no tengo que explicarlo. Cualquier cosa les sirve para inventar todo esto. Yo no he hablado de conspiración, de violencia, de nada de eso. Sí, esto es un sistema autoritario y querer ser libre es un gesto de rebeldía”, se defendió el periodista.

Referente a la segunda acusación, negó que reciba financiamiento de la líder opositora María Corina Machado y calificó de “risible” el señalamiento del fiscal chavista.

“Desde hace tiempo lo han dicho y no ha habido forma de que muestren algún tipo de relación. Mi apoyo a María Corina, en todo caso, es completamente orgánico y autónomo y, como autónomo, tengo la libertad de que, cuando vea algo que no me guste, decirlo. Cuando tengo una crítica o un disenso, expresarlo. A mí no me paga María Corina. A mí los únicos que me pagan son mis trabajos”, aseguró.

En cuanto al tercer punto, confirmó que con el expresidente colombiano Álvaro Uribe mantiene una relación de respeto y de admiración.

“No es ningún delito conocer a Uribe, ni tomarme una foto con Uribe ni sentarme a conversar con Uribe. Al contrario, es un privilegio. No implica ningún delito. Lo único que he hecho hasta el momento es ejercer mi libertad de expresión como periodista. Es lo único que he hecho en mi trabajo y lo seguiré haciendo, si al régimen le incomoda el ejercicio de libertad y lo ve como una ofensa, es otra cosa”, denunció Avendaño.

Estas acusaciones lo que buscan es avivar la ola de persecución en contra de los periodistas venezolanos, dentro y fuera del país, y no de una acción personal. Citó además los casos de la comunicadora Sebastiana Barráez.

"Se trata de una persecución contra la libertad de prensa porque les incomoda, y la libertad de prensa es lo único que he ejercido en los años en los que he trabajado", recalcó y aclaró que lo “único que yo he hecho, como periodista, es ejercer mi libertad de expresión y eso no es delito”.

Con información El Nacional