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Daniel Noboa y Luisa González a una segunda y reñida vuelta este domingo en Ecuador

Daniel Noboa y Luisa González a una segunda y reñida vuelta este domingo en Ecuador

Daniel Noboa y Luisa González a una segunda y reñida vuelta este domingo en Ecuador

Daniel Noboa y Luisa González a una segunda y reñida vuelta este domingo en Ecuador


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-

Este domingo, Ecuador vuelve a una segunda vuelta a las presidenciales sin un claro favorito, ya que el actual mandatario y la líder de la oposición llegan a las urnas con empate técnico, aunque el presidente Daniel Noboa se mantiene en el primer lugar, según las encuestas más recientes.

La firma Comunicaliza, autorizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), da a Noboa el 50,3% de los votos válidos y a González el 49,7%, mientras Telcodata apunta a una victoria de la opositora por 50,2% frente al 49,8% del presidente. Ambos pronósticos están dentro del margen de error, cita la BBCMundo.

El empresario y político de 37 años adscrito al partido Acción Democrática Nacional (ADN) y la candidata de Revolución Ciudadana, fundado por el expresidente Rafael Correa, fueron los más votados en la primera vuelta en febrero. Noboa sumó el 44,3% de los votos frente al 43,8% de González, indican los resultados oficiales.

Ahora, vuelven a medirse en una reedición de la segunda vuelta de las presidenciales de 2023, celebradas de forma excepcional para completar el inconcluso mandato de Guillermo Lasso después de que este disolviera el Parlamento en medio de un escándalo político.

De esta manera, desde hace 18 meses, Noboa se convirtió en el presidente más joven de la historia del país al derrotar a González por un ajustado 51,8% frente a 48,1% tras una campaña en la que las encuestas tampoco habían apuntado a un claro favorito.

Esta vez, está reñida la batalla; tanto el contexto político, social y económico como el modo en que llegan los candidatos, su bagaje reciente y la percepción de la ciudadanía distan mucho de ser los mismos que en 2023, y la amenaza del regreso del socialismo se hace latente ante la crisis energética que enfrenta esta nación.

Luisa González ha admitido que reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para deportar a los venezolanos que residen ilegalmente en Ecuador, en un guiño a sectores del electorado críticos con la inmigración.

Por lo pronto, el gobierno de Ecuador restringió el vienes el ingreso de ciudadanos extranjeros a través de las fronteras terrestres del norte y del sur, dos días antes de las elecciones presidenciales del domingo, alegando sin mayores detalles que es una medida para garantizar la seguridad de la jornada electoral.



(Noboa se convirtió con 35 años en el presidente más joven de la historia de Ecuador)

“En 2023 había un desconocimiento generalizado sobre quién era Daniel Noboa", indica a BBC Mundo la analista Caroline Ávila, experta en Comunicación Política.

Diferencias de dos candidatos

Proveniente de una influyente familia de empresarios, Noboa debutó en la política como asambleísta apenas dos años antes, y su avance a la segunda vuelta se consideró entonces una sorpresa.

Y con una imagen fresca y un discurso centrado en seguridad, logró capitalizar el voto anticorreísta y proyectarse como una figura de renovación que terminó por ganar con el apoyo mayoritario del electorado.

"Noboa, que venía como 10 puntos debajo, logró subir y ponerse muy arriba porque logró catapultar en su propuesta todo el anticorreísmo. Y sus rivales de Revolución Ciudadana sabían que en la segunda vuelta serían todos contra el correísmo. Eso básicamente se dio en 2023", afirma Ávila para la BBCMundo.

Esta vez, la situación es muy diferente: Noboa llega al balotaje con el desafío de defender su gestión tras casi 18 meses en el poder.

La carga del desgaste, las promesas incumplidas y las decisiones polémicas han cambiado su perfil ante el electorado, según Caroline Ávila.

"Noboa ahora tiene que arrastrar el desgaste de un año y medio de gestión en un periodo muy difícil. Es un presidente que ofreció cosas que no necesariamente pudo cumplir, y eso le está pasando factura", afirma.

Los momentos iniciales de su gobierno estuvieron marcados por una alta popularidad atribuida a su respuesta a la crisis de seguridad, e intenta reposicionarse, con una campaña centrada en reforzar su perfil de líder fuerte frente a la posibilidad del regreso del socialismo a la política de Ecuador.

Luisa González era hace dos años una exasambleísta asociada al expresidente Rafael Correa -y por tanto a la izquierda ideológica ecuatoriana y latinoamericana- sin experiencia en campañas nacionales.

Se presentaba como la continuidad directa del proyecto de la Revolución Ciudadana, con un discurso reivindicativo del legado del correísmo que no logró captar suficientes apoyos fuera de su electorado tradicional.

Dieciocho meses después, su perfil ha cambiado. Se ve como una apuesta con más independencia. “La figura del presidente Correa está presente, pero de una manera más sutil", afirma Chiriboga.

El objetivo de esto es romper el llamado "techo" del correísmo, una opción política que cuenta con numerosos partidarios acérrimos, pero le cuesta ganar votos de centristas e indecisos, cruciales para superar el 50% en la segunda vuelta electoral, analiza la BBCMundo.

Uno de los aspectos más visibles de esta transformación es el giro ideológico de Luisa González, que ha variado su discurso para seducir a sectores más conservadores o moderados que desconfían del correísmo.

"Ha hablado, por ejemplo, de que no se va a permitir que hagan operaciones trans a nuestros niños, en un discurso para acercarse al segmento más conservador, principalmente en Guayaquil", indica Caroline Ávila.

González también ha mostrado una actitud más combativa, marcando distancias con Noboa y proyectando una imagen de firmeza para capitalizar el descontento de parte de la ciudadanía hacia la actual administración.

Parte de su estrategia para ampliar apoyos ha sido la alianza firmada en marzo con el movimiento indígena Pachakutik y el influyente líder indígena Leonidas Iza, un sector hasta hace poco enfrentado al correísmo por sus políticas extractivistas pero que también se opone a Noboa.



(González recibe el apoyo del líder de Pachakutik, Guillermo Churuchumbi)

Esta alianza, para el politólogo Andrés Chiriboga es "muy importante para la campaña de González" pero advierte que "no garantiza el traslado automático de votos".

Caroline Ávila, por su parte, opina que "Pachakutik, como partido político, no es de mucho confiar y existe todavía en las bases una gran resistencia al correísmo que no ha sido del todo subsanada", por lo que no se puede garantizar que sus votantes de la primera vuelta apoyen masivamente a Revolución Ciudadana en la segunda.

Además, "se prevé que Cotopaxi, Chimborazo, Tungurahua y Bolívar, que son las provincias con alta presencia del voto de Pachakutik, le den una rotunda victoria a Daniel Noboa", apunta Ávila.

Aunque es una incógnita si la nueva versión de Luisa González logrará imponerse a Noboa en las urnas, Ávila coincide con la mayoría de analistas al afirmar que la candidata correísta llega más preparada y con una estrategia más ambiciosa que hace 18 meses.

La seguridad es la mayor preocupación de 4 de cada 10 ecuatorianos según las encuestas, una cifra similar a la de 2023. Y Noboa enfocó su campaña anterior en la promesa de mano dura contra el crimen en pleno avance de las bandas criminales y violencia en las calles.

El asesinato del candidato Fernando Villavicencio había conmocionado al país semanas antes de aquellas elecciones y la sensación generalizada de inseguridad favoreció, según expertos, al entonces aspirante de ADN.

Y aunque la imagen de Noboa en su corto mandato se ha visto algo afectada por su conflicto con la vicepresidenta Verónica Abad o la crisis diplomática con México tras la irrupción de la policía ecuatoriana en su embajada, conserva un respaldo relevante y las encuestas le dan las mismas posibilidades de ganar que a su rival.

Luisa González, por su parte, no ha parado de señalar las carencias del gobierno actual, aunque sin ofrecer soluciones claras y convincentes en todos los frentes, incluso los analistas creen que una parte importante del apoyo a González en esta segunda vuelta, sobre todo entre los votantes no correístas, responderá más al rechazo a la gestión de Noboa que a una adhesión entusiasta a su persona, su partido y sus propuestas.