Reportaje: El psicoterror y ââŹĹmultasââŹÂ por error prevalecen en Saime de Caracas
Reportaje: El psicoterror y ââŹĹmultasââŹÂ por error prevalecen en Saime de Caracas
Reportaje: El psicoterror y ââŹĹmultasââŹÂ por error prevalecen en Saime de Caracas
Reportaje: El psicoterror y ââŹĹmultasââŹÂ por error prevalecen en Saime de Caracas
Desde la RedacciĂÂłn Hasta que caiga la tiranĂÂa
El psicoterror tomĂÂł el Saime de plaza Miranda en Caracas, donde ademĂÂĄs ĂÂĄrabes y chinos se nacionalizan en un dĂÂa, a cambio de altas sumas de dĂÂłlares, mientras cubanos manejan la informaciĂÂłn sistematizada, en que una persona puede tener aparecer con errores en su identidad, y para solventarlo sĂÂłlo debe ââŹĹbajarse de la mulaââŹÂ.
Son las denuncias cotidianas del sistema Saime en Venezuela, cuyos servicios estuvieron suspendidos entre el 13 y 17 de marzo por un supuesto proceso de ââŹĹadecuaciĂÂłn tecnolĂÂłgicaââŹÂ, pero sigue generando dudas por la falta de informaciĂÂłn en la plataforma, por lo que quienes acuden a algunas sedes se ven obligados a pedir orientaciĂÂłn; pero si caen en funcionarios inescrupulosos o de algĂÂşn efectivo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional puede ser presa fĂÂĄcil de ââŹĹsobornos expressââŹÂ, que pueden oscilar desde mil dĂÂłlares, hasta 5 mil dĂÂłlares.
Pero, no solo los que acuden a estas oficinas son vĂÂctimas de la delincuencia desatada en este ĂÂłrgano del Estado; tambiĂŠn los que trabajan allĂ denuncian psicoterror, al punto que andan en ojo avisor si le ââŹĹencomiendanââŹÂ ciertos oficios para agilizar determinado proceso, es la denuncia que hace un informante de este medio, que se reserva su identidad por seguridad, y que da datos comprometedores de comisarios del Sebin que han hecho de estos trĂÂĄmites sus modus operandi.
Como el comisario Frank Bastidas, es identificado uno de los funcionarios que en supuesta complicidad con otro de apellido Obrega, es considerado un ââŹĹPedro EstradaââŹÂ de la dictadura de PĂŠrez JimĂŠnez, que siembra terror; ââŹĹsiembra terror, la idea de ĂŠl es pedir su multa, que puede estar entre 200 a 10mil dĂÂłlares, hasta para meter gente a trabajar en el SaimeââŹÂ.
Todo esto pasa en la sede del Saime, de plaza Miranda, Caricuao, en el ĂÂĄrea metropolitana de Caracas, donde es cotidiano el sacar pasaporte VIP en un solo dĂÂa, o algĂÂşn otro trĂÂĄmite con la ligereza que da el ââŹĹpago expressââŹÂ.
Al funcionario le forjaron un expediente, hace dos aĂÂąos y lo cual lo llevĂÂł hasta a la cĂÂĄrcel, ahora no tiene ni donde vivir; explicĂÂł que cuando vino la ĂŠpoca de la pandemia una persona se le acercĂÂł a su domicilio notificĂÂĄndole que se habĂÂa sacado dos pasaportes y se los dejĂÂł a ĂŠl para que otra persona lo pasara buscando, pasaron dos meses y los retirĂÂł otra persona.
ââŹĹMe imagino tendrĂÂan su chanchullo y desaparecieron, me metieron a mi luego en ese lĂÂo de trĂÂĄmites irregulares, prĂÂĄcticamente me sembraron, nada me llamaron a declarar, pero como se cĂÂłmo son esas declaraciones dentro del Saime, no fui, por lo que me levantaron un expediente por forjamiento de documentos, como si hubiese sido el que cometiĂÂł la fechorĂÂa. Me mandaron a tribunales, donde aparezco como solicitado, desde esa fecha sin poder conseguir trabajoââŹÂ.
ââŹĹY asĂ como a mĂÂ, a muchos compaĂÂąeros de trabajo, que han sido objetos de acosos por parte de estos comisarios, que hacen y deshacen allĂ en esa sede central en complicidad del director de esa oficina; hacen los que le da la gana con la gente, enriqueciĂŠndose. En ese Saime nadie trabaja con gusto, solo los que tienen sus ââŹĹrebusquesââŹÂ, pero los que laboran de manera normal pasan las de CaĂÂn, sobre todo, porque los beneficios son escasos, sin seguros, mientras los jefes andan en tremendos carros, cambian de residencias en lujosas quintas y nadie les dice nadaââŹÂ.
ââŹĹA esa gente no le interesa la edad que tengan las personas, lo que les interesa es que les paguen sus multas; en complicidad de la InspectorĂÂa del Saime, un mundo sin ley, en que un ĂÂĄrabe, chino o cualquier extranjero puede nacionalizarse en un dĂÂa, pagando altas sumas de dĂÂłlaresââŹÂ.
El inicio de un complot
La historia de nuestro denunciante comenzĂÂł, cuando era funcionario en la oficina de Plaza Caracas; estaba en un grupo de wasap e hizo una convocatoria a protesta, ademĂÂĄs de hacer comentarios contra el sistema; de pronto lo llamaron a tomar unas fotos y terminĂÂł involucrado en una investigaciĂÂłn, por el 2014. Fue llevado a tribunales, y encarcelado en San Juan de los Morros, donde pasĂÂł varios meses.
Al salir libre, lo reincorporan en la sede de Plaza Miranda, Caricuao, donde tras llegar la pandemia le pasĂÂł el complot.
RevelĂÂł que el sistema Saime lo manejan los cubanos a nivel del sistema automatizado y los negocios se reparten entre la direcciĂÂłn de esa instituciĂÂłn, Gustavo ViscaĂÂno, y los comisarios del Sebin que allĂ hacen sus ââŹĹmodus vivendiââŹÂ de psicoterror entre los empleados y las ââŹĹmultasââŹÂ a los usuarios incautos. ââŹĹHubo trabajadoras que tuvieron que renunciar, no es fĂÂĄcil, en Venezuela no hay justiciaââŹÂ.
Nuestro denunciante confiesa vivir de un lado a otro, sin un lugar fijo adonde vivir, casi en la indigencia a sus 53 aĂÂąos de edad; ââŹĹestoy destruido psicolĂÂłgicamente, y en estado de desnutriciĂÂłn, es tanto la presiĂÂłn en el Saime que un compaĂÂąero, de 26 aĂÂąos, le dio un infarto. Los trabajadores andan atemorizados, y se abstienen de protestarââŹÂ.
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- Publicación : 24/03/2023 08:30 AM